COLUMNA

SPOTIZA ABSURDA

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Alberto Peregrino

Luego de un intenso bombardeo de spots, el presidente Andrés Manuel López Obrador rendirá hoy su Cuarto Informe de Gobierno al que le obliga la Ley, aunque ya sabemos que, a él, además de las cinco mañaneras a la semana que nos receta desde su púlpito del Palacio Nacional, le gusta dar mini informes trimestrales.

Como se sabe, uno de los pilares básicos del gobierno de la autollamada cuarta transformación está justamente en la habilidad de AMLO para conectar con el sector de la población más leal a su forma y maneras de gobernar, que no necesariamente tiene que ver con sus dotes oratorios o con su talento para articular discursos.

Aunque vendan y digan lo contrario él y su estratega, Jesús Ramírez, las mañaneras son todo menos auténticas ruedas de prensa en las que el gobernante se exponga a las preguntas de los temas espinosos del país y de su gobierno.

Es más bien la más potente tribuna desde donde López Obrador pontifica, combate a sus adversarios contestando preguntas previamente acordadas con sus periodistas a modo, presume el play-list de su música favorita, y muy de vez en cuando se mete en aprietos con cuestionamientos de comunicadores de medios no alineados, de los que él llama la prensa “fifí”.

Se manda, pues, desde el decreto, pero más desde el discurso. Qué importa si lo que se dice se corresponde o no con la realidad. Al caudillo se le cree, porque ha sido el único presidente que ha puesto en primer plano al pueblo y a los que menos tienen y si no, que le pregunten a los más de 15 millones de mexicanos que cuentan con su tarjeta del Bienestar en la que el gobierno de la 4T deposita religiosamente cada bimestre. No importa tampoco que eso no los saque de la pobreza. Se logra el objetivo de mantener las clientelas que hacen de Morena toda una potencia político-electoral.

Bajo esa exitosa lógica parecen estar construidos los spots en los que el presidente, con una vehemencia inédita, ha repetido hasta el cansancio en los últimos siete días que su gobierno no es igual a los del régimen neoliberal. Y para sostener esa afirmación, manipula sin rubor alguno los datos, sus propios datos.

Por eso la 4T es austera, anticorrupta, redujo homicidios, da oportunidades de estudio y trabajo a los jóvenes, y tiene una política energética y de salud que funciona de maravilla.

La triunfalista narrativa presidencial no resiste el más mínimo contraste de cifras, pero eso no impide que la popularidad de López Obrador se mantenga por arriba del 60 por ciento, pese a que en los estudios de percepción ciudadana la mayoría de mexicanos señale más violencia en sus comunidades y que la inflación está afectando su bolsillo.

Por eso hoy AMLO saldrá a decir, en su Cuarto Informe, como en su spotiza de la última semana, que la cuarta transformación del país, que él ha encabezado, marcha viento en popa. ¿Y usted qué opina?

Línea de entrada
Tras tres acaloradas votaciones, ayer por fin en el senado se impuso la voluntad del senador Ricardo Monreal Ávila, tras quedar electo Alejandro Armenta como presidente de la mesa directiva. Obviamente eso ‘enchila’ más al presidente López Obrador y su 4T, dígase Mario Delgado, Adán Augusto López Hernández, Macerlo Ebrard y Claudia Sheinbaum.

Línea de salida
Cuando Beatriz Paredes habla, todos callan y la escuchan con atención, lo hacen porque su discurso, además de profundo no es confrontativo, sino al contrario, propositivo y conciliador. Por eso, cuando la senadora alzó la mano para anunciar que buscaría contender en 2024 por la Presidencia de México, sobraron en muchos mexicanos las sonrisas de júbilo y también de esperanza que hasta dicen, que la 4T se topará con Paredes. Por hoy es todo, nos leemos en la próxima Dios mediante.