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En gremio magisterial; reina opacidad y discrecionalidad

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AGENCIAS
EL EDÉN MX

En años recientes, al menos de 2005 a 2017, recursos del erario han sido usados por los gobiernos estatales de Chiapas, Michoacán y Oaxaca —provenientes a veces de la Federación— como un mecanismo de control de los gremios magisteriales, precisamente donde las secciones sindicales han sido históricamente más combativas.

Pese a ser dinero de la hacienda pública —federal y de los estados— no sólo se ha evitado rendir cuentas, sino que la administración de recursos ha estado plagada de opacidad y uso discrecional.

Se proyecta que se han canalizado a las secciones 18, 7 y 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, más de 20 mil millones de pesos, sin que haya ningún reporte o fiscalización.

Por ejemplo, en Chiapas, la CNTE habría recibido del gobierno de Manuel Velasco 133 millones 807 mil 425.1 pesos en los años 2015, 2016 y 2017, cantidades depositadas en la cuenta empresarial 65-50500962-7, de Santander, a nombre de la Sección 7 del SNTE, con el código de cliente 06350060. El líder sindical entonces era Adelfo Alejandro Gómez, quien nunca rindió cuentas.

El dinero fue depositado a cuatro empresas, una dedicada a la construcción, con el RFC DICA800211KHA, a nombre de Ángel Néstor Díaz Champo; otra, a la construcción de señalamientos y protección, reclusorios, acarreos, demoliciones y movimiento de tierra, con domicilio fiscal en avenida Pirita manzana 12, lote 7, San Cayetano, de Tuxtla; y una tercera, Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria, a nombre de Samuel Zepeda González, con RFC ZEGS810717SAO.