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Peligro en pozos que abastecen de agua potable a Hermosillo

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Agencias

Luego de nueve años de la tragedia por el derrame en la mina Buenavista del Cobre, María Luisa Albores, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), reconoció que no ha habido justicia ni remediación ambiental para las comunidades aledañas a los ríos Sonora y Bacanuchi por parte de Grupo México.

Al dar a conocer los resultados del “Dictamen Diagnóstico Ambiental Río Sonora”, realizado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), María Luisa Albores, aseguró que la Semarnat no acepta el cierre anticipado que se dio del fideicomiso creado para atender las afectaciones por la fuga de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre acidulado.

El Fideicomiso Río Sonora, por un monto de dos mil millones de pesos, fue declarado extinto sorpresivamente el 2 de febrero de 2017, en medio de acusaciones de malos manejos, cuando sólo se habían utilizado 61.5 por ciento de los recursos disponibles, es decir, mil 231 millones de pesos.

De acuerdo con el INECC, los costos por el derrame en Buenavista del Cobre, suman 20 mil 508 millones de pesos de 2014 a la fecha, por lo que Germán Larrea, dueño de Grupo México, sólo ha cubierto 6.12% de los gastos generados hasta el momento.

En una conferencia de prensa virtual, la titular de la Semarnat, aseguró que los datos que contiene el diagnóstico ambiental son técnicos y no ideológicos, por lo que confirman las afectaciones a la salud, el agua y los ecosistemas que ya percibían los habitantes de las comunidades.

Esta institución, en la actualidad, en este año, y como lo hemos dicho, nosotros no aceptamos el cierre de dicho fideicomiso que se creó en 2014, y que tiene una duración de 12 años, o sea expira en 2026, y lo dan como cerrado y nosotros, esta institución no aceptamos como cerrado dicho fideicomiso, porque no ha habido en este caso justicia ambiental y remediación ambiental en estos espacios”, manifestó.

A pesar de que los medios de comunicación enviaron preguntas para saber qué sigue por parte de la Semarnat en el caso del río Sonora, María Luisa Albores no habló sobre nuevas multas a Grupo México, ni cómo se obligará a la empresa minera a pagar los costos de los pasivos ambientales y de salud en las comunidades, para que no sea con dinero del pueblo de México, como se cubra todo lo que ya se hizo y lo que falta por hacer en la región.

Datos científicos

El “Dictamen Diagnóstico Ambiental” de 239 páginas, establece que los habitantes de ocho municipios que viven en las inmediaciones del río Sonora, enfrentan riesgos a la salud, seguridad y economía, por la presencia de metales pesados bioacumulables, en cantidades muy por encima de los límites que establecen las normas nacionales e internacionales.

En su intervención, Adrián Pedrozo, director general del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), dio a conocer que de acuerdo con estudios de hidrología forense, el derrame ocurrido el 6 de agosto de 2014, no se debió a “lluvias atípicas”, como se afirmó en su momento, sino a un mal diseño hidráulico del Sistema de Presas Tinajas 1, por lo que la tragedia es imputable directamente a la empresa.

Destacó que las muestras de aguas superficiales y aguas subterráneas de los pozos, desde Cananea hasta la Presa el Molinito, que abastece de agua potable a Hermosillo, presentan alarmantes niveles de contaminación por aluminio, mercurio, hierro y manganeso, que vuelven al recurso no apto para el consumo humano.

El agua está altamente contaminada, hay un efecto toxicológico muy importante, hay sólidos suspendidos totales y hay una concentración muy alta de metales”, advirtió.

En el caso de los sedimentos, Adrián Pedrozo indicó que existen también metales pesados, como el cobre, que sobrepasa 182 veces el valor geológico natural presente en la zona, lo que comprueba que existe una contaminación crónica y persistente en toda la cuenca.

Por su parte, Mariana Morales, encargada de despacho del INECC, reveló que el trabajo de campo arrojó, por ejemplo, que en Cananea, las altas concentraciones de mercurio en el aire afectan la salud humana, porque el organismo no tiene la capacidad de expulsarlo.

Además, en el 79 por ciento de las muestras de suelo se detectó aluminio, arsénico y plomo, en valores que superan los límites máximos permitidos.

Mientras que en estudios realizados en artrópodos como avispas y escarabajos, se encontró cobre, níquel y manganeso en su interior, lo que es una clara afectación a la vida por la actividad minera.

La Semarnat agregó que la sobreexplotación de los pozos de agua en el río Sonora, va de la mano con el aumento de la producción en Buenavista del Cobre de Germán Larrea, lo que ocasiona que no haya sustentabilidad hídrica regional.

Resaltó que en 2012 se generaban 121 mil toneladas de cobre en la mina de Cananea y para 2020, la cantidad subió a 450 mil toneladas, es decir, cuatro veces más producción, lo que impactó severamente al acuífero por “explotación crónica”.

Subrayó que la mina Buenavista del Cobre acapara el agua subterránea, al controlar el 59.7 por ciento de los pozos en la región.