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Dialogar

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Por: Psicólogo Julio Sarracino
Facebook: J.C. Sarracino

En las semanas recientes hemos visto y escuchado un sin fin de conflictos por variados motivos, por la pandemia, por las inundaciones, por el censo para damnificados, y ahora que en la entidad ya estamos inmersos en el proceso electoral ordinario 2020-2021, bueno qué le cuento. Tal pareciera que a los hijos del trópico húmedo se nos dificulta severamente mantener diálogos inteligentes.


Según la RAE, el diálogo es la plática entre dos o más personas, que alternadamente manifiestan sus ideas o afectos. A través del diálogo logramos conocernos unos a otros, sostener una relación asertiva, de gran valor, asociada a la inteligencia emocional y a la capacidad para comunicarnos de manera armoniosa y eficaz. Entre más conocimiento de la persona, mejor podremos entenderla, porque lograremos descubrir poco a poco sus sentimientos, sus gustos y sus planes. Sólo así se conservan las amistades y se adquiere calidez en la relación. Dialogar para construir relaciones sólidas, no para intentar convencer al otro que cambie como queremos. El sentido del diálogo es otorgar a cada uno, un mejor conocimiento del otro y descubrir su verdadero rostro.


Hay ocasiones que vamos en busca del otro henchidos en nuestra aparente perfección, seguros de la validez de las razones que enarbolamos; semejante actitud en lugar de favorecer el enriquecimiento de las ideas, las entorpece. El peligro de esto es que frecuentemente en lugar de ser un esfuerzo para lograr una mejor comprensión, se vuelve una especie de acusación. Respecto del tema, Paulo Freire dice que “el diálogo no impone, no manipula, no domestica, no esloganiza”.


En las relaciones humanas, existe una amplia gama de formas para comunicarnos -dado que el diálogo es eminentemente oral- por ejemplo: silencios que es necesario respetar y secretos que son inviolables, puede que no todo haya que decirse ni tampoco preguntarse todo, que tu diálogo sea positivo, practica la empatía, que tus mensajes sean consistentes, escucha activamente, crea un clima propicio, pide que te retroalimenten, expresa y comparte lo que sientes, solicita lo que desees con claridad utilizando las palabras por favor y, por último, para todo esto escoge el momento oportuno, así aseguras el éxito.