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Robots acercan a enfermos de Covid-19 con su familia

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El 22 de abril, una nueva especialista, procedente de Japón, llegó al Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del ISSSTE, con la misión de  atender los estragos causados en los enfermos de COVID-19 por el aislamiento y el temor de padecer una enfermedad sin cura. No tiene un sólo rostro, puede ser la sicóloga, siquiatra o residente en turno, incluso la madre, el padre, el esposo o el hermano del paciente con coronavirus.

Su nombre es Covidia. Su apellido Robotina.

“Esta amiga es un robot fijo que nos permite acceder al espacio vital del paciente que se encuentra hospitalizado en situación de vulnerabilidad y, además, en aislamiento físico, y nos da la oportunidad de ver, hablar e interactuar con él. También podemos incorporar a una sesión a los familiares que tienen que mantenerse a la distancia”, describió la doctora Lucía Ledesma Torres, sicóloga y neuropsicóloga clínica del Hospital 20 de noviembre.

A simple vista, Covidia es sólo un pequeño dispositivo que mide 12 centímetros de largo y 6 centímetros de ancho. Pero para el personal del área de siquiatría y sicología de la institución se ha convertido en la coraza que les permite entrar hasta el cuarto del enfermo, sin riesgo de contagio.

“Covidia Robotina, que también debe entrar con su traje de protección, nos permite el acercamiento social afectuoso y afectivo con el paciente para poder intervenir de una manera adecuada. En una semana, con un solo equipo podríamos atender a todos los pacientes que se encuentran en este momento hospitalizados”, estimó la especialista.

En su fase de prueba, 10 pacientes interactuaron con esta inédita opción terapéutica para hacer frente a la pandemia, en el área de la salud mental.

“Generó mucha sorpresa en los pacientes, que no sabían qué íbamos a hacer; ya que veían la imagen y la conexión ahí entendían el sentido del procedimiento. El personal de salud también tuvo un impacto sicológico positivo. Robotina estaba espiando e interactuando y el personal participó muy bien estableciendo la comunicación con nuestro robot”, narró Ledesma.

Fue tal la complicidad que su alegría quedó registrada en un video de los doctores bailando ante Covidia al ritmo cubano de Estoy en Cero, de la orquesta El Noro y Primera Clase.

Pero no todo con Covidia será de tan buenos momentos. En el futuro podría convertirse en enlace para que un paciente con COVID-19 se despida de sus familiares.

AGENCIAS/EL EDÉN MX