SARA AMADOR VERA/EL EDÉN MX
Unas 200 lanchas partieron hacia la Laguna El Carmen cargadas con dos mil sacos llenos de conchas de ostión con destino al banco ostrícola ubicado a unos tres kilómetros dentro del cuerpo de agua, justo frente al puerto de Sánchez Magallanes.

Los pescadores estaban listos para devolverle a la laguna un poco de lo mucho que les ha dado.
Desde una de esas lanchas, la “Mecoacán”, el gobernador Javier May Rodríguez, el alcalde de Cárdenas, Euclides Alejandro, y la titular de la SEDAP, Luisa del Carmen Cámara, participaron mano a mano con la comunidad en la liberación de las conchas. Cada saco lanzado era una promesa de que el ostión volverá con más fuerza.

Juan Pérez Córdoba, uno de los técnicos del programa Pescando Vida, explicó que ese punto fue elegido no al azar, sino por el conocimiento tradicional de los propios pescadores.
“Este lugar ha dado vida durante años. Ahora le devolvemos un poco, con gratitud y con nuevas técnicas. Las conchas servirán como base para nuevas crías, y se integran también al cultivo con canastas”.
Valeriano Alcudia Díaz, pescador de toda la vida, no ocultó su entusiasmo. “Antes las conchas se quedaban tiradas. Hoy las devolvemos al agua, limpias y desinfectadas, listas para que brote nueva vida. Ya no es como antes, ahora sí nos están enseñando y apoyando”.
Sentado sobre los sacos multicolores, don Pragedi Almeida recordó cómo tuvo que abandonar la pesca y trabajar en un triciclo por la baja producción. “Ahora la cosa va cambiando. Antes solo ayudaban a las cooperativas, y nosotros, los libres, estábamos olvidados. Pero ahora el gobernador está incluyendo a todos. Agradecemos mucho eso. Nosotros sí sabemos trabajar el mar, solo necesitábamos que nos dieran chance”.
Los pescadores descargaron sacos con esperanza renovada, sabiendo que debajo del agua el molusco encontrará lo necesario para crecer rápido.
Doña Rosa María Morales, originaria de Michoacán, también se sumó. “Cuando llegué aquí todo era nuevo, pero esta laguna me dio familia y vida. Ahora que soy viuda, el programa Pescando Vida es un respiro. Nunca nadie nos había echado la mano así.