AGENCIAS
Tremendo el susto que vivió la Fórmula 1 durante la salida en el Gran Premio de Bahréin. Pavoroso el accidente que ha sufrido Romain Grosjean en las primeras curvas.
El coche Haas del francés salió despedido contra las protecciones después de tocarse con el Alpha Tauri de Danill Kvyat e impactar con violencia contra las vallas del circuito de Sakhir. El monoplaza se partió en dos por el golpetazo y se convirtió en una gran bola de fuego.
La ausencia de imágenes de la Fórmula 1 hicieron temer lo peor, pero al cabo de unos minutos se apreció al piloto francés sano y salvo en un coche de auxilio.
Fue tremendo porque el Haas se partió en dos trozos, una imagen que mucha gente no ha llegado a ver nunca en la F1 y se supone que la explosión del tanque de gasolina hizo arder el bólido.
La mejor noticia es que se vio a Grosjean saltar del monoplaza envuelto en llamas como quien escapa de un ascensor incandescente. No cabe duda que el halo, la protección que se instauró hace años en los coches de F1, ha salvado la vida del piloto francés.
El piloto fue trasladado a un hospital en Manama, la capital de Bahréin, al parecer con algunas quemaduras en las manos y en los pies, aunque de carácter leve. El francés parecía a salvo, aunque lógicamente conmocionado por el accidente.
Gunter Steiner, el jefe del equipo Haas, confirmó que el piloto se encuentra bien. “Tiene ligeras quemaduras en las manos y en los tobillos. Está bien y está consciente. Cuando ves las imágenes solo piensas en cuándo sale del coche. Quiero dar las gracias a los comisarios y los médicos por la rapidez y eficacia con la que han hecho su trabajo”.
