Espectáculos

Ni la lluvia paró el canto de Silvio Rodríguez en el Zócalo

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AGENCIAS

Con luvia, empujones, personas sin cubrebocas, la nueva prohibición de fumar —anunciada con mantas colocadas en el Zócalo y que nadie respetó o hizo algo porque se respetara— y algunas fallas técnicas de sonido provocadas por el mal clima, fue como Silvio Rodríguez comenzó su presentación ayer en el Zócalo de la Ciudad de México, frente a más de 100 mil personas que se dieron cita.

Desde temprano, los amantes de la trova comenzaron a formarse en los alrededores de la plancha para poder conseguir un buen lugar en el espacio designado al espectáculo gratuito promovido por el gobierno capitalino, mientras que otros, integrantes de la marcha organizada ayer por Antorcha Campesina, decidieron quedarse en el lugar.

Tras la presentación de Vivir Quintana, la cual arrancó a las ocho de la noche, y una breve introducción de la vida de Rodríguez, fue como el cubano subió al escenario y comenzó su espectáculo, que estuvo integrado por su voz, sus letras y sus músicos… más las pantallas colocadas por el gobierno en los laterales del escenario y otras más sobre la calle 20 de Noviembre.

Tonada para dos poemas, del poeta Rubén M. Villena, Casiopea y América fueron los primeros temas que el cubano lanzó a sus seguidores que, aquellos que estaban cerca del escenario cantaron, mientras que aquellos que se encontraban en los alrededores de la plaza sólo observaban.

En Cuba, hablar de la cuestión social o política; esta canción la hice porque me enteré de que un barbero de La Habana vieja, cansado de tantas discusiones, puso en su barbería hablar de la cosa, gracias a ustedes por darme un tiempo para atender”, dijo Silvio antes de dar voz a Viene la cosa y Escaramujo, en la que hizo referencia a ‘la serpiente emplumada’.

Te amamos, Silvio, todos te amamos”, “Julieta, Ojalá”, eran los gritos que lanzaba el público entre peticiones y halagos para el compositor.

Así llegó Sueño con serpientes, la primera canción que fue coreada por casi todos los asistentes. Después llegó el turno de Te amaré y Óleo de mujer con sombrero (como esperando Abril).

Fue hasta las primeras notas en flauta de La Maza que el público le brindó a Silvio un grito de emoción y lo acompañó con su voz, mientras el Zócalo se veía plagado de vendedores de impermeables, que el clima les dio la oportunidad de negocio, a sólo 20 pesitos.

Oh, eh, oh, eh, oh, eh, Silvio, Silvio”, gritaban los fans mientras las primeras notas de Mi unicornio azul aparecieron. Fue entonces cuando letra por letra, el público replicó la canción del cubano.

Las ausencias nos han tocado a todos en estos años por la pandemia, hace poco perdí a un amigo de 60 años y voy a cantar un par de canciones de él, es Vicente Feliú, para esto le voy a pedir ayuda a una sobrina de Vicente que se llama Malva”, dijo el cantautor antes de hacer un pequeño homenaje a su amigo con el tema No es fácil.

Yo te quiero libre, Días y flores, En el claro de la luna y Danzón para la espera — tema que escribió durante la pandemia, “para entretenerme y entretenerlos”— fueron las canciones que siguieron a la intervención de 10 minutos de un músico cubano invitado por Rodríguez.

Después llegó el turno de Quién fuera —tema que dijo Rodríguez, no se sabía bien porque era nuevo—, y también llegó el turno de repasar la historia.

Hoy coincidimos aquí con una fecha importante del pueblo de México… la denuncia de los desmanes. Sepan que estamos completamente de acuerdo y sensibilizados con esa manifestación del pueblo de México”, señaló Rodríguez haciendo referencia a la matanza de estudiantes en julio de 1971, conocida como Halconazo, antes de darle vida a Eva y Canción del elegido.

Ésta fue la primera canción que le hice al Che”, dijo el cubano antes de dar paso a La era está pariendo un corazón, la cual fue coreada por el público.