Nacional

El covid-19 abre boquete a la economía familiar

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“¿Ysobre los costos económicos que deben asumir los pacientes con covid-19, aislados desde sus hogares, quién habla?”, reclaman Raúl y Jorge.

Mientras continúan una batalla contra el SARS-CoV-2, comparten sus testimonios, facturas y documentos para aproximar a los mexicanos a una realidad que llega junto con el virus y que es poco conocida, pero que impacta directamente en los bolsillos de los enfermos, superando hasta los 30 mil pesos en un par de semanas, sólo si contabilizan gastos por test, tratamiento, cuidados médicos y consultas.


Para comenzar, si el paciente es asalariado y debe tramitar vía digital el Permiso-COVID, a través del IMSS, en automático se le emitirá una incapacidad de 14 días, la cual se pagará sólo al 60%, como sucede con cualquier enfermedad.


El cálculo del subsidio considera el 60% del salario diario registrado en el IMSS”, se lee en este documento.
Este 15 de mayo, Jorge, de 39 años, por ejemplo, sólo recibió 60% de su quincena, pues tramitó el Permiso COVID-19, a través de la aplicación del celular del IMSS, como le sugirió el médico de su empresa para poder informar de manera oficial sobre su diagnóstico a Recursos Humanos, de la farmacéutica en la que labora.


Me sorprendió mucho leer que la incapacidad que me dio el IMSS, se iba a pagar al 60%, como una enfermedad general, si en mi caso, y yo creo que la mayoría de los portadores, el contagio estuvo relacionado con riesgo de trabajo, pues nuestras salidas las limitamos básicamente para eso.

Yo me enfermé al realizar unas gestorías para la farmacéutica en las oficinas de la Cofepris”, comentó Jorge a Excélsior, quien prefirió omitir su apellido.


Los primeros síntomas comenzaron el 28 de abril. En medio de una videoconferencia de trabajo, la temperatura se le disparó en cuestión de minutos y el termómetro alcanzó de un momento al otro 39 grados centígrados y el dolor de la cabeza ya era insoportable. Le dolía hasta si intentaba recargarla en cualquier respaldo.


Al comunicarse con el médico de su empresa, le sugirió que respondiera el cuestionario informático, que está disponible en la aplicación del IMSS, para detectar si era un posible portador del virus.


En éste le preguntaron “¿En los últimos 7 días has tenido alguno de los siguientes síntomas?: fiebre, tos, dolor de cabeza, diarrea, vómito, escalofrío, dolor abdominal, dolor muscular, dolor en las articulaciones, debilidad y malestar general, secreción nasal, dolor de garganta al tragar alimentos y conjuntivitis”.


Luego de responder, inmediatamente le llegó una señal de alerta a Jorge: “Podrías tener la enfermedad covid-19 causada por el SARS-CoV-2; sin embargo, al momento no presentas síntomas de alarma, sigue las siguientes recomendaciones: quédate en casa, evita el contacto con otras personas y si eres derechohabiente del IMSS puedes llamar al 800-2222-668 en donde te brindarán orientación médica e indicarán qué tienes qué hacer”.


Hasta una semana después, Jorge pudo comunicarse con la operadora de ese número proporcionado por el IMSS pues todas las líneas estaban saturadas.


Al especificar en la alerta del IMSS, que sólo lo atendería si presentaba síntomas graves (de otra manera no le aplicarían un test ni un lugar en un hospital), su médico familiar y de la empresa, le solicitaron que se realizara una prueba PCR en un laboratorio privado, para poder confirmar su diagnóstico para atenderlo de manera adecuada, porque han descubierto que el virus llega a ser tan agresivo, que se requiere mucho más que tener paracetamol en casa.


Además, debía hacerlo, porque vive con su esposa y con sus tres hijos y necesitaba tener la certeza de si ellos también estaban en riesgo.


Jorge cotizó por internet las pruebas en los laboratorios clínicos y en los hospitales privados. Los precios iban desde los mil 800 pesos hasta superar los 10 mil pesos. Sin embargo, en los sitios más económicos, como en la Institución de Asistencia Pública Salud Digna, no había horarios ni lugares disponibles (y sigue sin haberlos) para Ciudad de México (Coyoacán), Estado de México (Coacalco y Los Reyes La Paz), Sinaloa (Culiacán) y en Baja California (Tijuana y Mexicali).


Entonces, Jorge encontró que en un laboratorio privado de cadena nacional, había disponibilidad para dentro de cuatro días hábiles (lo más pronto que había) y agendó su cita para él y su esposa. Por cada prueba pagó dos mil 990 pesos.


La de mis tres hijos, debió esperar, porque de haber solicitado las cinco pruebas para toda mi familia, hubiera gastado en ese momento 14 mil 959 pesos”, dijo Jorge.


Al recibir los resultados de manera electrónica, Jorge salió positivo y su esposa negativo.

STAFF/EL EDÉN MX