COLUMNA

LÍNEA POLÍTICA 05/01/21

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Alberto Peregrino

VIOLENCIA POLÍTICA DE GÉNERO, A LA ORDEN DEL DÍA

De acuerdo a Wikipedia, la violencia de género es un tipo de violencia física o psicológica ejercida contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su orientación o identidad sexual, sexo o género​ que impacta de manera negativa en su identidad y bienestar social, físico, psicológico o económico.
La Organización de las Naciones Unidas, el término se utiliza para distinguir la violencia común de aquella que se dirige a individuos o grupos sobre la base de su género​ constituyéndose en una violación de los derechos humanos; tal enfoque es compartido por Human Rights Watch en diversos estudios realizados durante los últimos años.​
La violencia de género presenta distintas manifestaciones, como actos que causan sufrimiento o daño, amenazas, coerción u otra privación de libertades.​ Estos actos se manifiestan en todos los ámbitos de la vida social y política, entre los que se encuentran la propia familia, el Estado, la educación, los medios de comunicación, las religiones, el mundo del trabajo, la sexualidad, las organizaciones sociales, la convivencia en espacios públicos, la cultura, etc.
Considerando lo anterior, como en los casos de la alcaldesa de Cunduacán, Nydia Naranjo Cobián y el del edil de Centro, Evaristo Hernández Cruz, toda una fichita también resultó el flamante diputado federal del Partido Encuentro Social, Ricardo de la Peña Marshall quien fue acusado por el delegado nacional de ese instituto político, Juan Carlos Ortiz Celaya de discriminación y violencia política de género en contra de la secretaria general del mismo partido, Ana Laura Sánchez Pérez.

Algo extraño está sucediendo, pues a quienes ejercen un cargo público o de representación, como que se les olvida lo necesario que es tomar en cuenta a las mujeres para las actividades propias administrativas o políticas, más aún, respetarlas como lo que son, damas que merecen ejercer sus derechos como ciudadanas en todos los ámbitos.

A no pocos has extrañado la actitud del flamante diputado bueno para nada, pues en su círculo se baña de ser un hombre de letras, profesor investigador, guionista, conferencista, museógrafo, archivista, conductor de radio y televisión, autor de dos suplementos periodísticos, hombre de letras, de cultura, historiador puro y de ser buena persona, cuando en la realidad muestra exactamente lo contrario. Es una persona por demás intransigente y servil, repito, bueno para nada.

A Nydia Naranjo, Evaristo Hernández y hoy a Ricardo de la Peña se les ha exhibido como lo que son, personas que no han tenido el mínimo escrúpulo para evitar la ofensa o la discriminación en contra de las mujeres. Hasta parece que han olvidado igualmente, que provienen de una de ellas. Qué poca.
 
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Y ya era hora que alguien alzara la voz, de ahí que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), pidió al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador corregir el rumbo, ya que de acuerdo al balance económico que realizaron, su administración se perfila a mostrar que los primeros tres años de gobierno en materia económica ha sido desastrosa.
 
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Y nada, al parecer la zozobra continúa para las familias que aún teniendo un folio para el apoyo de los diez mil pesos a causa de las inundaciones en Tabasco, pues la Secretaría del Bienestar solo se concretó a decirles a través de su vocero Fernando Vázquez Rosas, que no entren en desesperación, porque la dependencia les va a pagar. Sin embargo, a como está la situación económica, es un hecho que muchas personas ya están pensando que los dejaron bailando en la loma y peor aún, como novias de ranchos. Es menester que la Secretaría que encabeza Javier May haga algo, y pronto, para no iniciar el año con plantones y marchas. La neta que se pasan porque el error fue de ellos y no de los afectados quienes hoy pagan los platos rotos. Por hoy es todo. Nos leemos en la próxima Dios mediante.