COLUMNA

LÍNEA POLÍTICA 02/11/21

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NUESTROS FIELES DIFUNTOS

Alberto Peregrino

Los mexicanos esperamos el Día de Muertos año con año. Papel picado, flores de cempasúchil, calaveras de chocolate y azúcar, pan de muerto, agua, sal, veladoras y los alimentos favoritos de nuestros antepasados, los cuales se colocan en los altares en casas y espacios públicos con el único objetivo de recordarlos y ‘recibirlos’ en su regreso para compartir con nosotros los vivos.

Pero vayamos a las costumbres plasmadas en la historia. De acuerdo con las costumbres y creencias de la población mexicana, el 1 de noviembre se recuerdan a los niños fallecidos y el 2 a los adultos; además, en algunas regiones el 28 de octubre se rememora a aquellos que murieron por accidente o de manera trágica y el 30 de octubre a las almas de aquellos que murieron sin ser bautizados y permanecen en el limbo.

El 7 de noviembre de 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró el Día de Muertos en las comunidades indígenas mexicanas Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad y aunque muchos consideran que el pasado prehispánico influyó en demasía en la tradición del Día de Muertos; en realidad esta celebración es un ejemplo del sincretismo latente entre la cultura hispana y prehispánica.

El 1 de noviembre también se conoce como el Día de Todos los Santos y el 2 de noviembre como el de los Fieles Difuntos. De acuerdo con la historiadora Elsa Malvido, la celebración de Todos los Santos fue promovida por el abad de Cluny en el siglo XI con el objetivo de conmemorar a los Macabeos. Más tarde la Iglesia Católica Romana adoptó la fecha y se ha mantenido vigente hasta nuestros días.

Cuenta la historia, que en esta celebración, iglesias y conventos exhibían reliquias, restos y tesoros a los que los creyentes les ofrendaban oraciones para obtener el perdón y evitar su entrada al infierno. En lugares como Castilla, Aragón y León se preparaban alimentos con forma de los huesos, cráneos y esqueletos y estos se llevaban a la iglesia donde se veneraba a dicho santo.

Más tarde, en las casas se colocaba la imagen del ofrendado y la ‘mesa del santo’ que servía como repositorio y se adornaba con dulces y pan. El objetivo era que esta ofrenda santificara las casas. Los devotos y fieles cambiaron los largos peregrinajes a zonas sagradas por este ritual.

El Día de los Fieles Difuntos se dedicó a las almas que estaban en el purgatorio y que solo podían salir de él gracias a las oraciones de los devotos. De este modo, los días 1 y 2 de noviembre se convirtieron en las fechas ideales para pedir perdón, orar y ayudar a los difuntos. Esta tradición llegó a América con el arribo de los españoles y para realizar la exhibición de objetos santos, tuvieron que trasladar dichos artefactos desde Roma hasta el puerto de Veracruz.

En mi casa desde ayer estamos listos con nuestro altar y las ofrendes destinadas a quienes se nos adelantaron en el camino hacia la casa del Padre. De ahí que mi madre, mis hermanas, mi esposa, hija e hijos, además de mis dos pequeños nietos, nos congregamos para orar y recibir el alma de nuestros difuntos, mi padre José Peregrino y mis hermanos José del Carmen y Jorge que con nuestras oraciones acuden gustosos a convivir con nosotros. Dios los guarde y les permita siempre ser nuestros ángeles en el cielo.

Línea de entrada
Hace ya varias semanas a través de un video difundido por el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador, invitó al ex gobernador priistas de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel para convertirse en embajador de México en España, sin embargo, fue través de sus redes sociales, que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas informó que el Consejo Político del tricolor negó el otorgamiento de licencia al ex mandatario para sumarse a los trabajos del gobierno federal de Morena, por lo que entiendo que con esa acción, el PRI lo deja libre de decidir su destino político.

Línea de salida
Entre gritos de vivas, porras y lágrimas, el día de ayer fue despedido y sepultado en el Recinto Memorial, el joven Octavio Ocaña, a quien cobardemente lo asesinaron la mañana del viernes 30 de noviembre. Y a pesar que las autoridades del Estado de México hagan todo el intento por deslindarse del crimen, lo cierto es que existen muchas versiones que los incriminan, y que desde luego tendrán que esclarecer de la mejor forma posible. Mientras tanto, trucaron los objetivos de un muchacho que tenía muchas granas de superación profesional en su ambiente, además de la alegría de más de un hogar mexicano. Descanse en paz. Por hoy es todo, nos leemos en la próxima Dios mediante.