El chocolate artesanal reúne a visitantes en un taller sobre la tradición del cacao
SARA AMADOR VERA/ EL EDÉN MX
El Museo Regional La Cacaotera se convirtió en un espacio de reencuentro con las tradiciones ancestrales durante el taller Elaborando tu chocolate de mesa, una actividad que permitió a visitantes locales, nacionales y extranjeros conocer el proceso artesanal del cacao y su importancia cultural.

La directora del museo, Iraní Córdova, destacó que el objetivo del taller fue fortalecer la convivencia ciudadana y preservar, enseñar y difundir la historia y el valor de esta planta única. “El chocolate no es una golosina, sino un alimento, pero sobre todo debemos valorar la riqueza con la que cuenta la entidad”, afirmó.
La actividad, realizada en coordinación con Drupa, reunió a más de una treintena de participantes provenientes de diversos municipios del estado, otros estados del país e incluso del extranjero.
El director del Museo Drupa Cacao, Isaí Córdova Sastré, dirigió el taller, guiando a los asistentes en cada paso de la elaboración. Para Iraní Córdova, esta colaboración refuerza el vínculo que genera el cacao: “El cacao nos une a todos y hay que trabajar en torno a lo que tenemos, para un mayor conocimiento y una mayor difusión”, expresó.
Desde su inauguración el pasado 15 de marzo, el museo ha centrado sus actividades en el cacao, un fruto del que existen 22 variedades. Durante el taller, se abordaron temas como los beneficios de consumir cacao 100 por ciento natural en personas con autismo, destacando la importancia de elegir productos provenientes directamente del grano, evitando los procesados con saborizantes artificiales.
Iraní Córdova resaltó que Tabasco posee condiciones geográficas ideales para el cultivo del cacao. “Los vientos demasiado calientes del sur pueden endurecer la cáscara y dificultar la liberación del nib o granilla de cacao, cultivo que solo crece entre los paralelos 20 grados Latitud norte y 20 grados Latitud sur”, explicó.
El taller tuvo una duración de aproximadamente dos horas, en las que los asistentes, entre ellos amas de casa, adultos mayores, jóvenes universitarios, niñas y niños, así como turistas nacionales y extranjeros, participaron activamente en el proceso. Isaí Córdova les enseñó a tostar el grano seco en un comal de barro, como lo hacían las culturas mesoamericanas, además de experimentar la molienda manual.
Entre los participantes, doña María Elena Rodríguez, de Huimanguillo; la joven Roxana, visitante de Ciudad del Carmen, y el joven Carlos, originario de Jalpa de Méndez, compartieron sus impresiones. “Ya le damos un valor más al proceso cuando vayamos a comprarlo, para que valoremos esa parte porque sí es laborioso hacerlo”, reflexionó Rodríguez. Roxana, por su parte, comentó que la experiencia le dejó una gran enseñanza: “Todo es aprendizaje”. Mientras que Carlos destacó la conexión con sus raíces y la convivencia con los demás asistentes: “Nos hace tabasqueños y la estupenda convivencia con los participantes”.
La directora del museo reiteró la invitación para que más personas se sumen a estas actividades y conozcan más sobre la riqueza cultural que rodea al cacao.