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Covid-19 pega doble a mujeres trabajadoras

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La pandemia del Covid-19 ha complicado la ya de por sí difícil situación de las trabajadoras mexicanas, debido a la fuerte participación que tienen en las actividades económicas más afectadas por la crisis y su mayor carga de responsabilidad en el hogar, advierten especialistas.

La emergencia sanitaria podría profundizar la brecha existente entre hombres y mujeres en el mercado laboral, especialmente para quienes participan en el sector informal, como es el caso de las trabajadoras domésticas, destaca el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

La participación de las mujeres en el mercado laboral del país aumentó en las últimas cuatro décadas, pero todavía se mantiene por debajo de la proporción de los hombres. Antes de la pandemia había 57.3 millones de trabajadores en México, de los cuales 22.6 millones eran mujeres, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El impacto de la emergencia sanitaria sobre las mujeres redujo su participación en el mercado laboral de 40% a 35%. A causa de la contingencia salieron del mercado laboral 12 millones de trabajadores en abril pasado, y de ese total poco más de 5 millones eran mano de obra femenina.

La recuperación del empleo durante los últimos meses ha sido mucho más limitada para las mujeres que para los hombres. Mientras que la tasa de desocupación de los trabajadores pasó de 3.5% en marzo a 4.8% en julio, la de las mujeres se duplicó, al subir de 3.4% a 6.3% durante el mismo periodo. Es la tasa más alta de la que se tiene registro desde que inició la serie, en 2005.

Durante mayo, junio y julio pasados se generaron 6.5 millones de nuevos empleos, de los cuales menos de una cuarta parte, 1.5 millones, han sido ocupados por mujeres, pero en el sector informal de la economía, muestran los datos del Inegi.

Mientras la informalidad del empleo femenino se incrementa, las plazas formales ocupadas por mujeres se reducen.

Entre mayo y julio se perdieron 511 mil empleos formales femeninos, contra más de 2 millones de los creados en la informalidad, con lo que el número de trabajadoras en ese rubro llegó a 9.8 millones, cifra 15% superior a las empleadas en el sector formal de la economía.

Lo anterior ha contribuido a la pérdida de calidad del empleo femenino. Hasta julio, 57% de las mujeres ocupadas no tenían acceso a las instituciones de salud y 27% de las trabajadoras subordinadas no contaban con las prestaciones que marca la ley.
La mayor precarización del empleo femenino amenaza con profundizar la brecha salarial entre el hombre y la mujer.

Además, mientras que el salario promedio de un trabajador en julio pasado ascendía a 5 mil 750 pesos al mes, el de una trabajadora era de 4 mil 650 pesos mensuales, es decir 19% menos.

AGENCIAS / EL EDÉN MX