Espectáculos

Cineastas podrían perder los derechos de sus películas por extinción de fideicomisos

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Alejandro Springall comenzó a trabajar con la productora Bertha Navarro a principios de los años 90 y juntos produjeron Cronos, la primera película del entonces desconocido Guillermo del Toro. A lo largo de su carrera como productor y director, Springall fue testigo del nacimiento de los fondos como el Fidecine y Foprocine, con los cuales pudo concretar Santitos, su debut como director. Ahora, a dos décadas de que se crearon los fideicomisos cinematográficos, Springall también es testigo de la desaparición de estos y otros fideicomisos.

“Además de testigo de su nacimiento también estuve en las comisiones de creación de esos fideicomisos y Santitos fue de las primeras cintas apoyadas por el Foporocine (Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad). También recibí ese apoyo para Morirse esta en hebreo y de lo último que hicimos y que también tuvo este apoyo fue el documental Ayotzinapa, el paso de la tortuga que hice con Del Toro y Bertha Navarro. Con Fidecine (Fondo de Inversión y Estímulos al Cine) hice No eres tú soy yo, Sonora, La delgada línea amarilla, y si yo no hubiera contado con esos apoyos me hubiera tardado muchísimo más tiempo en poder levantarlas”, expresó Alejandro Springall.

El realizador de 54 años ha sido una de las piezas claves de las últimas semanas al asistir junto a la actriz Giovanna Zacarías a la Cámara de Diputados para tratar de explicar a los políticos cómo es que funcionaban los fideicomisos, ahora desaparecidos. Que supieran que operaban a través de consejos consultivos, conformados por los propios cineastas, que se manejaban de forma transparente por convocatorias y que había transparencia al repartirlos los fondos.

“No se valen los recortes sin conocer cómo operan. Hablando de nuestros fideicomisos de cine, estos se manejaban con total transparencia y cualquier cineasta lo puede decir. Lo que más me angustia es que se está cortando con machete lo que se debería de hacer con bisturí. No dudo que hubiera otros fideicomisos que tuvieran fugas de dinero, pero los nuestros, no. Había mucha claridad. Es como decir ‘la puerta está descompuesta, tiremos toda la casa’ y así es como están operando”, acotó.

Ante la pregunta de qué panorama se espera de ahora en adelante, Springall comentó que junto a otros miembros de la comunidad cinematográfica están tomando acciones para que se realicen ciertas modificaciones a la ley para que el quehacer cinematográfico tenga garantías, para que existan reglas claras y apoyos económicos suficientes para el Instituto Mexicano de Cinematografía que será el que de ahora en adelante otorgará los apoyos económicos.

Si esto último no se concretara y los apoyos al quehacer cinematográfico se reducen drásticamente, Springall cree que va a ser más difícil realizar filmes grandes y que se corre el riesgo de hacer micropelículas. Asimismo, y habiendo platicado con su colega Bertha Navarro, los creadores en cierta forma tendrán que emplearse y correr el riesgo de no tener los derechos de sus películas.

“A lo mejor voy a tener que ir a venderme a Amazon, Netflix o Apple TV. Puede que me dan chance de hacer lo que quiero hacer, pero, lo más probable es que deje ser el dueño de mis películas. Bertha y yo justo estamos viendo si vamos con una de estas plataformas para poder hacer mi siguiente proyecto, pero como dice, vamos a tener que trabajar para ellos y lo que es tremendo para Bertha, quien tiene 50 años de trayectoria, es que ahora va a tener que ser una empleada de las plataformas. También creo que esta falta de apoyos va a generar fuga de talentos y cerebros. A eso nos está aventando la 4T”, remató Springall.

AGENCIAS/EL EDÉN MX