COLUMNA

BAJO EL AGUA

COMPARTIR


Por: Sandra Villafuerte Javier
Facebook: Sandra Villafuerte
Twitter: @lavillafuerte23

El 24 de enero, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que estaba contagiado de COVID-19, con síntomas eran leves pero que ya se encontraba en tratamiento médico. Más de uno se impactó con la noticia, algunos lo criticaron, otros se angustiaron por la salud de quien dirige este país y todo lo que pudiera estar en riesgo si se alargara la situación de enfermedad del primer mandatario de la nación. En todas partes los medios dedicaron páginas de su edición y espacios en radio y televisión para hablar del estado de salud del presidente.
Cuando todos en las redes sociales estaban especulando la posibilidad de que el presidente estuviera más grave o comprometida su salud, tuvo que salir a callar esas voces de sus adversarios, con un mensaje en vivo de 13 minutos con 18 segundos señalando algunos argumentos como lo siguiente: “Soy optimista en todo sentido, estoy seguro de que vamos a superar esta situación difícil de la pandemia y vamos a recuperar la economía, los empleos. Es cosa de no rendirnos”, dijo.
Algunos habrían pensado que el presidente llevaría puesto al menos su cubreboca para protegerse y proteger a quienes lo estaban acompañado, pero no fue así. Recordemos que el presidente ha comulgado con la idea de no ponérselo, a pesar de que en este país suman 156 mil 579 muertes y un millón 841 mil 893 casos de covid-19, cualquiera en este momento podría ser portador y tu ni saberlo porque también hay asintomáticos.
Las filas en los centros para las pruebas rápidas, por ejemplo, aquí en Tabasco, en específico en la establecida en la plaza conocida comúnmente por “la Comer” todos los días, quiero decir de lunes a viernes, está larga, mucha gente madruga para formarse desde temprano, cuando ya son las 7 de la mañana ya hay muchas personas esperando su turno.
Y, aun así, el presidente no ha optado por cambiar su discurso y dar un golpe al timón para cambiar de estrategia en salud contra el COVID-19 y que esta vez sí acepte que sea obligatorio portar un cubrebocas, como lo han hecho otros países tras las cifras preocupantes de contagio.
El propio director del “Juan Graham” en Tabasco, Víctor Narvaéz, quien por cierto, portaba su cubreboca en la entrevista con Emmanuel Sibilla, titular de Noticias de la XEVT, dijo que le preocupa mucho que los pacientes siguen llegando muy graves porque se esperan a recibir el tratamiento en casa, por el temor a ser hospitalizados y no volver a ver a su familia. Comentó que “de cada 10 intubados, logramos sacar a 6, y a cuatro no los logramos rescatar”; la gente se está quedando en casa para pasar la enfermedad pero ya llegan muy mal al hospital COVID, se han incrementado las defunciones. ¿No están funcionando las estrategias?
Qué bueno que nuestro presidente lo pudo contar, pero mientras no se cumpla con el proyecto de vacunar a toda la población puede seguir poniendo en riesgo su salud y este país lo necesita bien para enfrentar todo lo que falta para terminar con esta pesadilla.
Hasta hoy, por cierto, no ha llegado a Tabasco la segunda dosis para el personal que se vacunó en la primera fase, (personal de primera línea y uno que otro funcionario que fue ventaneado) esperemos que llegue pronto para nuestros médicos, ya que algunos nos han hecho saber su preocupación por averiguar si este retraso no va a dañar la efectividad de dicha vacuna, ojalá que no y que nuestros médicos queden muy bien protegidos.
Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, España y ahora Canadá entre otros han tomado medidas para las personas que quieran entrar a esos países, como obligatorio llevar una prueba PCR o cuarentena de 14 días para confirmar que no están contagiados de COVID-19. Y en el caso de Canadá, se han cancelado los servicios aéreos a todos los destinos del Caribe y México a partir del domingo hasta el 30 de abril. No se ustedes, pero nos están viendo como un gran foco de infección. Que malos. ¿Y México cuando va a aplicar medidas para los viajeros? Actualmente no existen disposiciones que impidan el retorno o ingreso a México.
Pero que digo si ni siquiera quieren respetar las medidas de movilidad en este país, mucho menos van a obligar a implementar medidas de más restricción en el Aeropuerto para atajar la movilidad mundial… todo es cuestión de estrategias, que no están dando resultados, en fin.