Infectados de irresponsabilidad
Por: Pscólogo Julio Sarracino
Facebook: J. S. Sarracino
“Que quede para el recuerdo, pero no para el Facebook”, es uno de tantos mensajes que circulan en los grupos de WhatsApp o se escucha en alguna conversación, entre las personas que un acto de completa inconsciencia, en franco y aparente reto a la pandemia, se pasan por alto las recomendaciones de las autoridades de salud, al acudir a reuniones sociales o familiares. Porque muchos no han parado o han vuelto a las andadas, la relajación es casi total, el semáforo naranja pareciera una ocurrencia, un invento del gobierno o de algún otro ente anticuado, timorato.
Juan David Pérez Pérez, en su obra Psicología del mexicano (Red Tercer Milenio), cita “No se debe olvidar que el mexicano es pasional, agresivo y guerrero por debilidad. Muchas veces huye de sí mismo para refugiarse en un mundo ficticio. En ocasiones, necesita convencerse de que los otros son inferiores a él, no admite superioridad alguna”. No me atrevo a generalizar, sin embargo, muchas personas no siguen indicaciones, no les agrada que les digan que es lo apropiado realizar, incluso algunos creen que son más inteligentes si consuman actos que atentan en contra de su salud y la de terceros, porque no lo publican; y es que, muchos de ellos sólo ahí existen, esto es, si no está en redes sociales, no sucedió.
Las personas que realizan prácticas que transgreden las recomendaciones de distanciamiento físico y de resguardo domiciliario antes de infectarse del SARS-CoV-2 ya se han infectado de irresponsabilidad. La vacuna llegará alrededor de la tercera semana de diciembre, pero el Covid no se irá, porque según los doctos en el tema la vacuna está diseñada para enseñarle al sistema inmune a combatir el coronavirus, mas no lo elimina de inmediato, de hecho, si la inmunidad no es duradera será necesario vacunarse cada año, de la misma forma que se hace contra la gripe.
Hasta el día de ayer, según el reporte de la Secretaría de Salud estatal han muerto un total de 3154 tabasqueños, situación que nos mantiene inmersos en un proceso de duelo de forma directa o indirecta, quienes más se han impactado son las personas que están viviendo la pérdida de un ser querido, sobre todo aquellos que viven un duelo sin cadáver, los que un día conviven o saben de la evolución de la salud de su familiar y al día siguiente, por las circunstancias sabidas, no pueden ver el cuerpo del que ha perdido la vida, cuando mucho, algunos si eligen la incineración, recibirán las cenizas.
Las crónicas de quienes han estado hospitalizados son escalofriantes, las cifras aumentan y la posibilidad de volver a semáforo rojo se hace cercana. En Europa ya se habla de la tercera oleada de contagio. Seamos respetuosos de la realidad imperante, real, cruda, trágica, mortal. Cuídate y cuida a los que están a tu alrededor.
