Tabasco se encamina a concluir 2025 con una de las sequías más severas de su historia reciente, luego de que las precipitaciones acumuladas en el año mostraran un déficit del 28%, informó la dirección local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La disminución sostenida de lluvias podría intensificar los efectos de la temporada de estiaje y elevar el riesgo de incendios forestales en la entidad.
Gerardo Alarcón Ferreira, jefe del área meteorológica de Conagua, detalló que entre enero y noviembre las lluvias se mantuvieron por debajo de los niveles promedio, y que diciembre no presenta probabilidades significativas de recuperación.
Con este escenario, 2025 se perfilaría para ocupar un lugar entre los tres años más secos registrados en el estado, junto con 1986 y 2009.
Durante una rueda de prensa en la que se expusieron las perspectivas hidrometeorológicas para 2026, Alarcón Ferreira adelantó que el primer bimestre del próximo año también se caracterizará por una baja presencia de precipitaciones, lo que podría prolongar los efectos de la sequía actual.
Ante este panorama, la dirección local de Conagua ha comenzado a coordinarse con distintas dependencias para establecer medidas preventivas rumbo a la temporada de estiaje, con el fin de mitigar posibles afectaciones en comunidades y ecosistemas.
