Se detalló que se realizaron convenios con clínicas para recibir a pacientes de enfermedades no Covid-19 y no descuidar a personas que sufren de otros males
En caso de que en Nuevo León no se hubiera aplicado un plan de conversión hospitalaria ante el Covid-19, el Hospital Metropolitano, operado por la Secretaría de Salud, hubiera colapsado en tan solo cuatro días.
Juan Luis González, director de Hospitales del Estado, explicó en el segundo día de las mesas de trabajo de transición del bloque de salud con el equipo de Samuel García, que la estrategia implementada ayudó a evitar que colapsara el hospital público, y que se pudo mantener la atención a otras enfermedades.
El funcionario detalló que se realizaron convenios con clínicas para recibir a pacientes de enfermedades no Covid-19 y no descuidar a personas que sufren de otros males. Para esto, se firmaron convenios y planes de trabajo con unidades médicas y clínicas, como es el caso del Hospital de Montemorelos y Sabinas.
Además, para atender a pacientes Covid-19, se tiene un acuerdo con el Hospital Universitario para atender a unas 700 personas.
“Estaban llegando entre 60 y 80 potenciales ingresos diarios a un hospital que a pesar de ser el Hospital Covid-19 más grande de todo México con 280 camas, en 4 o 5 días pudo haberse saturado”, señaló.
Durante la misma mesa de trabajo, el equipo de la Secretaría de Salud en funciones, reveló también que los tratamientos a niños con cáncer es uno de los retos más grandes que enfrentan actualmente.
Gloria Carranza, directora de Salud Pública, señaló que se han diagnosticado a 652 niños con cáncer tan solo en los pasados 4 años, y han tenido que dar tratamientos a los menores, tras la desaparición del Seguro Popular.
Juan Luis González insistió en que la atención a estos niños está cubierta por el Estado, y reciben su atención en el Hospital Universitario junto a mujeres que tienen cáncer de mama.