Una intensa tormenta solar iluminó el cielo nocturno en distintas partes del mundo, dejando a su paso un espectáculo natural poco común: auroras boreales visibles en regiones donde prácticamente nunca se observan, incluido el norte de México.


El fenómeno, catalogado por especialistas como severo, permitió que tonalidades rosadas, verdes y violetas se apreciaran también en el sur de Estados Unidos y en varias zonas de Europa, generando miles de imágenes y reportes en redes sociales.
De acuerdo con expertos en clima espacial, la tormenta fue producto de una fuerte eyección de masa coronal proveniente del Sol, lo que incrementó la actividad geomagnética de la Tierra. Aunque el suceso dejó afectaciones menores en sistemas GPS y algunas redes eléctricas, no representó riesgos mayores para la población.
La extraordinaria visibilidad de las auroras en latitudes tan bajas despertó sorpresa y admiración alrededor del mundo, recordando el poder e imprevisibilidad de los fenómenos solares que interactúan con nuestra atmósfera.