La comunidad universitaria y colectivos animalistas expresaron su indignación y repudio tras darse a conocer que un gato que habitaba en la División Académica de Ciencias de la Salud (Medicina) de la UJAT habría sido torturado y asesinado con un bisturí por estudiantes.
La organización Caninos 911 confirmó que el animal presentaba cortes provocados con instrumento quirúrgico, descartando otras causas de muerte.
En contraste, el rector Guillermo Narváez Osorio afirmó que el felino murió atropellado, versión que ha generado malestar y exigencias de esclarecimiento por parte de alumnos y defensores de animales.
El caso ha reavivado el debate sobre la ética, el respeto a la vida y la necesidad de sanciones ejemplares dentro de las instituciones educativas.
