El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó este jueves como un “día de muerte” tras los ataques ocurridos en el país, que dejaron al menos 18 personas fallecidas, entre ellas 6 civiles en Cali y 12 policías en Amalfi, Antioquia, de acuerdo con reportes oficiales.
En Cali, un ataque con cilindros bomba sacudió la ciudad y provocó al menos 65 heridos, según informó la alcaldía local. Horas después, en el departamento de Antioquia, un helicóptero de la Policía fue derribado, causando la muerte de los uniformados que lo tripulaban.
El mandatario colombiano atribuyó ambos hechos a disidencias de las FARC, que en los últimos meses han intensificado acciones violentas en diversas regiones del país.
Las autoridades continúan con el balance de víctimas y la evaluación de los daños, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en las zonas afectadas.