El gobernador Alejandro Armenta anunció que impondrá sanciones a los funcionarios que no respondan sus llamadas telefónicas en la madrugada o altas horas de la noche, medida que comenzará a aplicarse tras su primer informe de gobierno en diciembre.
El mandatario reconoció llevar una tabla de control en la que registra qué colaboradores atienden sus llamadas, práctica que dijo haber aprendido de su “maestro asesor”, Raúl Garzón Lazcano. “Les hablo a las 3 de la mañana… y a los que no me contestan les pongo una tachecita”, expresó.
Las declaraciones surgieron luego de que se le cuestionara sobre el desabasto de medicamentos en la entidad, tema en el que responsabilizó al secretario de Gobernación local, Samuel Aguilar Pala, de supervisar el suministro.
Cabe recordar que en julio pasado, Armenta fue criticado por tronarle los dedos en público a la secretaria de Desarrollo Turístico, Carla López-Malo, aunque después intentó justificar el gesto al señalar que era una costumbre familiar.