SARA AMADOR VERA / EL EDÉN MX
El programa de Viviendas para el Bienestar ‘Construyendo Esperanza’ no solo entrega casas, sino que devuelve la confianza en que los sueños pueden cumplirse. La vida de Sara Hernández Córdova y su familia cambió por completo cuando el Gobierno del Pueblo les otorgó un nuevo hogar.
Desde que se casó, Sara soñaba con un espacio digno donde pudiera vivir con su esposo y criar a su hijo. Sin embargo, las dificultades económicas siempre parecían ponerle un alto. “Mi esposo es carpintero, él hizo esta casa, pero el dinero no alcanza”, recuerda, mientras acomoda sus trastes en la cocina improvisada afuera de su pequeña vivienda de madera. “Nos desesperábamos cuando nos azotaba el agua y pensábamos, ¿Cuándo podremos tener una casa? Sufríamos mucho”, cuenta.
La situación era difícil, el cuarto donde vivían apenas medía 4 x 4 metros, por lo que debían dejar algunos muebles afuera. Sara aún recuerda cómo su hijo tenía que soportar la lluvia que se filtraba o el calor sofocante. “Llorábamos porque cuando nació mi hijo pensaba mucho qué iba a ser de él, porque aquí se metía el agua o hace mucho calor, si te sales, los moscos son insoportables”, relata.
A pesar de la incredulidad de su esposo, Sara solicitó apoyo en el programa de vivienda impulsado por el Gobierno del Estado en coordinación con la federación. Y la sorpresa llegó: “Un día me habló el ingeniero y me dijo que ya iban a empezar la construcción y yo no lo creía. Me dio mucha alegría y ahí fue cuando mi esposo creyó que era verdad el apoyo que está dando el gobierno”, explica con emoción.
El pasado 27 de mayo, en una gira de trabajo por Comalcalco, el gobernador Javier May Rodríguez entregó las llaves de su nuevo hogar a Sara. Su vivienda de 58 metros cuadrados ahora tiene sala, comedor, cocina, baño completo, dos recámaras, luz y agua, algo que parecía un sueño lejano.
“Ahora me siento feliz porque nos dieron una vivienda digna y va a cambiar la vida de mi hijo, de mi esposo y la mía”, afirma, recordando los 12 años de dificultades antes de recibir el apoyo.
Su expresión y sus palabras reflejan entusiasmo. “Aquí pasaban gobernadores y nunca nos venían a ver a nosotros, por eso le doy las gracias al Gobernador Javier May porque vino a mi hogar y me entregó mi vivienda”, asegura con gratitud.
Este año, el Gobierno del Pueblo se ha propuesto entregar las primeras 3 mil 300 viviendas de las 20 mil que se construirán en seis años, cerrando brechas de desigualdad y asegurando un patrimonio para familias sin recursos. Además, como medida para combatir la inequidad, las escrituras de las casas serán otorgadas a las jefas de familia.
“Están bien edificadas, ¿cuándo un gobernador iba a venir aquí? Nunca lo habíamos visto y menos a dar estos apoyos tan grandes que nadie nos había dado. Estamos muy agradecidos, por eso deseamos que siga trabajando arduamente por la gente más marginada de Tabasco”, concluye con esperanza.
